A diferencia de cualquier otra pintura, no pintamos directamente sobre tela, sino sobre un papel y una vez seco el diseño se lo transfiere a otras superficies mediante una plancha. El procedimiento se realiza enfrentando el papel a la tela, ejerciendo presión con la plancha a 190° durante 30 segundos aproximadamente, este tiempo puede variar dependiendo de la tolerancia de la tela utilizada.
En la sublimación textil la imagen creada sobre el papel se sublima sobre las telas logrando destacarse por su brillo, pureza de colores y extraordinaria resistencia al lavado.
La imagen transferida no modifica en absoluto la textura y brillo de la tela.
Para lograr el éxito en la sublimación deben utilizarse únicamente telas sintéticas como: poliéster, acetato, poliamidas, y lycra, entre otras.
El diseño creado con la pintura sobre el papel será de apariencia de tonos apagados, el color real solo puede verse cuando este sublimado, por eso es ideal realizar un ensayo antes y prestar atención al nombre del color en la etiqueta del envase.